Body Horror. ¿De qué va este género de terror?
El body horror, o terror corporal, es uno de los subgéneros que más me perturban del terror. No se basa tanto en monstruos externos, casas encantadas, asesiones que te persiguen o aliens, sino en algo mucho más íntimo e inquietanter: la transformación, corrupción o destrucción del cuerpo humano. Desde mutaciones grotescas, modificaciones corporales o mutilaciones hasta enfermedades imposibles, este género explora el miedo visceral a perder el control (y partes)sobre nuestro propio organismo.
¿Entonces, en qué consiste este subgénero de la cultura del terror?
El body horror se caracteriza por representar el cuerpo humano como algo frágil, vulnerable y accesible tanto si se quiere como si no. Las historias giran en torno a cambios físicos extremos: deformidades, infecciones, fusiones con tecnología, parásitos, mutilaciones o evoluciones monstruosas. A menudo, estas transformaciones no son sólo visuales, sino que están cargadas de simbolismo —una manera de hablar del miedo a la enfermedad, al envejecimiento, a la pérdida de identidad o al poder invasivo de la ciencia y la tecnología y la pérdida de control corporal.
¿Qué atrae a la gente de la modificación corporar aberrante?
Aunque pueda parecer contradictorio, muchas personas encuentran en el body horror una experiencia catártica. Hay una mezcla de repulsión y fascinación que engancha. Ver representados nuestros miedos más profundos en una ilustración, la pantalla o en una novela permite enfrentarlos de forma segura. También hay un componente estético: el horror corporal desafía los límites de lo visual y lo imaginativo, empujando a artistas, escritores y cineastas a crear imágenes inolvidables… tanto para bien o para mal.
Además, en una época donde la cultura valora cuerpos «perfectos» y el control total sobre la salud y la imagen, el body horror rompe con esa fantasía. Nos recuerda que el cuerpo es carne, fluido, caos… y que eso también es humano.
¿Qué dice la psicología sobre quienes disfrutan el Body Horror?
Desde la psicología, disfrutar del body horror puede interpretarse de varias formas. Por un lado, es una vía para procesar ansiedades reales: enfermedades, traumas, cambios corporales, etc. Por otro, puede estar relacionado con una fascinación por lo prohibido o lo marginal. El cuerpo se convierte en territorio de exploración, y quienes consumen este género a menudo tienen una sensibilidad artística, filosófica o incluso existencialista más profunda.
También hay una hipótesis evolutiva: estamos programados para reaccionar con asco ante señales de enfermedad o deformidad, ya que en la naturaleza eso puede significar peligro. Al exponernos voluntariamente a estos estímulos en la ficción, jugamos con ese miedo primitivo desde un lugar seguro.
Ejemplos en la cultura audiovisual. Disfruta con o sin palomitas de una buena sesión de body horror sin que te salpique ningún fluido.
🎬 Películas:
- The Fly (1986) de David Cronenberg
- La substancia (2024) de Carolie Fargeat
- Crímenes del futuro (2022) de David Cronenberg
- Hellraiser (cualquiera) de Clive Barker
- Akira (1992) de Katsuhiro Otomo
🎮 Videojuegos:
- Scorn – Un juego en primera persona con estética inspirada en H.R. Giger, donde la carne y la maquinaria se entrelazan.
- Resident Evil – Especialmente en sus entregas más biológicas, donde las mutaciones corporales son clave.
- Dead Space – Un survival horror espacial donde los enemigos son reconfiguraciones aterradoras del cuerpo humano.
- The Last of us – Un juego de acción y supervivencia que narra el viaje emocional de Joel y Ellie en un mundo postapocalíptico devastado por una infección fúngica.
📚 Libros y Autores:
- Junji Ito – Mangaka japonés maestro del horror corporal (Uzumaki, Gyo, Tomie).
- Clive Barker – Creador de relatos donde el cuerpo es escenario de placer y dolor (Books of Blood, Hellbound Heart).
- Kathe Koja – Novelas como The Cipher exploran lo corporal desde una perspectiva psicológica y artística.
- Mary Shelley – Aunque anterior al término, Frankenstein ya planteaba el cuerpo como experimento, límite y tragedia.

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